lunes, 27 de octubre de 2008

Cachi...qué querés comer para navidad?

Si supiera dónde vivís....me importarían tres pepinos tus objeciones y negaciones respecto a mi persona...
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Hombre...te violaría a besos parte por parte hasta que no te queden espacios lo suficienctemente libres como para soltar quejas...
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Quiero comer-te

viernes, 3 de octubre de 2008

Rico...suave...

Sentada en mi silla frente a la mesa, mientras las labores cotidianas esperaban llamando a gritos, mi menté escapó de esa actual realidad para posar en aquel remoto pasado del país del nunca jamás.



Mientras bajaba por los tuneles de aquella suavidad sentía el impulso de correr de miedo a la vez que no podía pensar algo que deseara más que sentir aquel temor.



Tu piel gritaba auxilio mientras cada vez se enredaba más y hacía menos por buscar ayuda para desatar los nudos.



Quería acariciar tu nariz...pero no encontraba mis manos que sentía apretadas contra un calor potente que no me dejaba pensar qué era....



Y sentía una brisa moribunda en mi nuca pidiendo más dolor...aunque le costara respirar.



Subía, bajaba y volvía a subir en eso que no se parecía en nada a un parque de diversiones excepto por alguna risa de placer sofocada....pero no me parecía divertido, me parecía un estado de confusión.....cómo era posible que existiera eso en aquel mundo?

Sentí un leve golpecito en mi espalda y noté tus nudillos acariciarme a la vez que tus manos se deslizaban para encarcelar mi cintura.

No lograba mirarte para poder leer ese capítulo de novela que estabas editando en mi cuerpo, porque las mareas y el vaho apenas dejaban ver cientos de perfiles en nuestra misma situación.



El país del nunca jamás escapaba porque quería dejarme crecer...quería obligarme a hacerlo, porque ese país era el del nunca jamás vas a ser...



Mientras los cuerpos gozan...elasticos..delgados...finos.

Mientras las mentes callan y las pieles nadan en el mar del placer...agarradas...apretadas anudadas sin poder salir...sin querer...

Caricias inundan la porcelana blanca...cuerpos sin rostros pero llenos de emoción se van volviendo nítidos en mis pupilas.

Veo piernas y brazos en posiciones que no les pertenecen.....apenas dinstingo entre ellos....solo se que son largos y que se atan como queriendo romper....romper qué?



Un diente lo rompió. Un...dos...tres....

Y de pronto siento un frío que me hace pensar en mi campera polar azul y blanca.

Vuelvo mi vista recientemente desviada y pienso....



Si tuviera la facilidad de esos largos, abundantes y suaves fideos para enroscarme en tu cuerpo y no desatarme más....qué envidia.
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