Los callejones tienen salida.
El problema es que salir- por la entrada- incluye enfrentarse justamente a eso de lo que se quiere escapar.
Así me siento.
Como chica que huye de un chorro en medio de la noche y entra a un oscuro y podrido callejón...pero que no quiere volver para salir porque tiene miedo de caer y rogar...
robame por favor!
viernes, 13 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)